Publicado el 19 de marzo de 2021
Uniformidad y peso de huevos
Como casa de genética de pollos de engorde de color, debemos responder a las necesidades del mercado ofreciendo productos con buenos índices de conversión de alimento y rendimientos y, sobre todo, uniformes. También debemos responder a las expectativas de nuestros clientes ofreciendo reproductores de alto rendimiento y rentables para la empresa.
En efecto, la rentabilidad de un lote de hembras reproductoras refleja su capacidad de producir un número máximo de huevos incubables de calidad, de buen tamaño y con suficiente uniformidad. Estos dos últimos rasgos garantizarán la calidad del lote de pollos de engorde y, por tanto, el rendimiento del crecimiento hasta el sacrificio y, de hecho, la rentabilidad del lote de los broilers. Nuestros programas de selección y nuestra gama de productos nos permiten satisfacer a una amplia gama de clientes.
La producción de huevos para incubar, el tamaño y la uniformidad de los huevos dependen de dos variables diferentes: una variable genética en la que nos basamos para presentar el potencial en el campo de nuestras reproductoras, y una variable ambiental que podemos controlar más o menos, como el equipamiento de los galpones, los diferentes tipos de manejo, la presentación y formulación del alimento, el estatus sanitario de los animales, el entorno, el clima etc. Esto significa que los rendimientos estándares de SASSO pueden ser arriba o debajo de los resultados reales de la parvada. Esto significa también que es posible influir en el rendimiento de la postura, el tamaño y la uniformidad de los huevos tras una gestión técnica y/o nutricional específica. Sin embargo, algunas decisiones deben tomarse ya durante el periodo de crianza, ya que este periodo influirá directamente en el rendimiento de la puesta y el peso de los huevos durante todo el periodo de producción de forma eficiente y rentable. Un manejo rigoroso en producción y los factores nutricionales y de presentación de los alimentos pueden entonces ayudar a alcanzar los objetivos deseados a corto plazo.
Es importante precisar que las características de postura y tamaño de los huevos están correlacionadas negativamente. Por lo tanto, una gestión específica permitirá mejorar un rasgo, a pesar del otro: esto reflejará la decisión estratégica de la empresa. En efecto, podemos precisar aquí que una gallina pone una masa de huevos, no un número de huevos: cuanto más grande los huevo estarán, menos número de huevos estarán producidos. Naturalmente, se intentará que el tamaño de los huevos aumente rápidamente para tener huevos incubables de buena calidad, y luego una estabilización del peso de los huevos una vez alcanzado el objetivo, para maximizar el número de huevos totales a incubar. Un cambio excesivo en el peso de los huevos durante la fase de producción podría tener muchos efectos negativos en la calidad de la cáscara (y, por tanto, en la eclosabilidad), así como en la calidad de los pollitos nacidos.
A continuación, nos enfocaremos en el tamaño y la uniformidad de los huevos.
Fase de crianza y gestión de las hembras reproductoras
Uno de los parámetros más importantes para controlar el tamaño y la uniformidad de los huevos es el peso de las pollitas al inicio de la madurez sexual, junto con la uniformidad general del lote. Las pollitas por encima de la curva estándar de pesos de SASSO pondrán huevos grandes, mientras que las pollitas más ligeras pondrán huevos más pequeños. Por último, un lote uniforme tenderá a producir huevos de tamaño más uniforme, independientemente de la genética. Esto facilita la gestión de la producción y mejora el rendimiento en cuanto a persistencia de postura y resistencia de las hembras reproductoras. Por fin, hay que recordar aquí que la uniformidad del peso del huevo es un rasgo muy poco heredable, lo que significa que la parte ambiental es clave.
Para controlar el peso y la uniformidad de las pollitas, se recomienda realizar lo antes posible una clasificación de las pollitas (un Grading) para separarlas por categorías de peso. Esta técnica permite gestionar de forma diferente los diferentes grupos durante toda la fase de crianza para llevarlos a un peso objetivo (más o menos pesado en comparación con el estándar SASSO) y obtener en la madurez sexual un lote muy uniforme. Lo ideal es hacerlo a partir de la segunda semana de edad para ver los efectos positivos sobre el tamaño (peso de las pollitas) y la uniformidad de los huevos y de los pollitos de un día nacidos (homogeneidad de las pollitas). Esta clasificación se realiza diariamente para garantizar que los grupos sean siempre homogéneos. Es muy importante tener un seguimiento semanal del peso medio de las hembras reproductoras y esto, hasta el pico de postura, para poder ajustar su manejo y estar más cerca de los objetivos. Recuerde que las primeras 10 semanas de edad son esenciales para que las pollitas desarrollan un buen esqueleto y aseguren un buen rendimiento. Un esqueleto desequilibrado no alcanzará su potencial de rendimiento, incluso con una buena gestión técnica.
El programa de luz es esencial para controlar y dirigir la edad de maduración sexual y el peso. Hay que recordar que los días más largos de la primavera provocan de forma natural que las gallinas empiezan a poner huevos. Por lo tanto, es posible adelantar o retrasar el inicio de postura de las hembras según las estrategias con diferentes programas de luz. Un comienzo más temprano de la postura dará un mayor número de huevos incubados, pero con tamaños medios inferiores a la norma. Al contrario, un inicio tardío permitirá obtener huevos incubables más grandes desde el principio, pero disminuirá el número total de huevos puestos. Por lo tanto, los perfiles del programa de luz pueden cambiar: un programa de luz que sea más lento para alcanzar la duración de luz del estancamiento favorecerá el crecimiento de las pollitas y, de hecho, logrará pesos más grandes mientras retrasa la madurez sexual.
Aconsejemos en todos casos una visita del técnico a la semana 17 de edad para verificar el desarrollo de la madurez sexual de las hembras, y de hecho de la estimulación por luz de las reproductoras. Antes de estimular con la luz o de transferir las aves en el galpón de producción, recuerde preparar la grapa ovárica de las hembras con el incremento de la duración de agua disponible en el galpón (si hay racionamiento).
Por último, es fundamental trabajar el buche de las pollitas a partir de la cuarta semana de edad pasando a un programa de alimentación tipo 5/2 para facilitar el incremento muy rápido de ración diaria al inicio de la postura. Este método permite a las pollitas ingerir progresivamente mayores cantidades de alimento de las que habrían tenido naturalmente en 7/7 y así acostumbrar el buche. Llegando a cierta edad, las pollitas SASSO consumen la ración de alimento muy rápidamente: por lo tanto, no es necesario alimentar antes de que se apague la luz para que el programa 5/2 sea eficaz. Sólo hay que asegurarse de tener el espacio adecuado en los comederos para las aves en todas las edades para garantizar una buena uniformidad del lote mediante la ingesta correcta de alimento: es necesario adaptar el espacio necesario en los comederos según su tipo de instalación. Además, la presentación y la granulometría de los alimentos son clave para permitir que las aves acaban la ración, sobre todo la parte fina donde se encuentra los nutrientes esenciales.
Esta capacidad de ingestión y la velocidad del incremento de la ración al principio del periodo de postura influirán directamente en el tamaño del huevo. Un incremento rápido permitirá obtener tamaños grandes más rápidamente. Luego es importante proceder a una disminución de la ración tan pronto como se alcance el pico de puesta, para evitar una evolución demasiada importante del peso del huevo en la continuación. Se recomienda quitar 1g de alimento/hembra cada vez que el peso del huevo sube de 1 gramo.
Nutricion
Por último, las fórmulas de alimento ayudarán a conseguir un tamaño de huevo suficiente. Numerosos estudios han demostrado el papel esencial de los aminoácidos en la evolución del peso del huevo. La concentración de lisina, metionina y cistina en el alimento está correlacionada con el peso del huevo. También sabemos que la metionina y la cisteína tienen un efecto amortiguador sobre el peso del huevo, es decir, el peso del huevo no aumenta a partir de una cierta concentración de metionina y cistina. Por tanto, podemos ajustar el peso del huevo con las concentraciones de aminoácidos. También existe una correlación positiva entre la grasa bruta y los ácidos linoleicos y el tamaño de los huevos.
Sin embargo, es necesario ponerse en contacto con nutricionistas y empresas que hacen las fórmulas de alimento para hablar de este tema. En efecto, el equilibrio alimentario debe respetarse a todos los niveles y a todas las edades en función de la producción total de huevos y de los objetivos de producción del lote. Los efectos pueden ser muy importantes.
No dude ponerse en contacto con un técnico de SASSO antes de la entrega de su lote de reproductoras para discutir la estrategia adecuada que debe adoptar. Recuerde que el periodo de 0 hasta 20 semanas de edad es clave para obtener éxito con su lote, y no debe descuidar los datos de crecimiento y uniformidad en las edades claves. Los efectos sobre rendimientos del peso del huevo y uniformidad estarán directamente relacionados.
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